Km. 9489.2
En este momento, en la querida Santa Marta. Un excelente lugar para re-descubrir la vida.
La rodada a Cali únicamente despertó las ganas de salir a conocer el mundo un poco más, teniendo asuntos aun pendientes en Bogotá, el proyecto de Rodando y Tatuando fue invitado a Coper, Boyacá, a dejar algo de arte plasmado en el departamento.
Con mucho gusto armamos la mochila y arrancamos a un lugar muy especial metido entre las montañas y las minas de carbón del departamento.
A 20 Kms. de distancia pero 2 horas de tiempo, llegamos al lugar con una ferretería, una panadería, una farmacia, un mercado, un internet y muy pocos habitantes. La primera semana de Rodando y Tatuando fue un completo éxito.
Teníamos planeado partir el lunes, hacia Bucaramanga ya que nos habían invitado a conocer pero el viernes en la mañana en el anuncio parroquial de la emisora de Coper, hablaron de un par de tatuadores rondando el municipio; les imploraban a su querida audiencia que por favor recordaran que quienes se marcaran la piel con esa tinta del demonio, no entraban al paraíso.
Sin darse cuenta de que todos allá estaban en el paraíso mismo. Varias quebradas y arroyos bañaban el pueblito y tenían muchos frutales de los cuales podían disfrutar dependiendo de la cosecha. Ni hablar del refrescante guarapo.
Al escuchar este aviso decidimos partir, y dejar nuestra humilde pero mas tranquila posada a la orilla del río, donde Rafa dormía en un pequeño colchón en la mini habitación de la casa y yo colgado en mi hamaca anudada o chinchorro. Así que la Suzukita atravesó por última vez la quebrada y hasta la próxima Parada, San Gil...
¡¡El lugar de los deportes extremos!!
San Gil, hermoso y colonial lugar por donde muchos pasan, pero pocos tienen la valentía de parar.
Recibidos como la vez anterior por el estimadísimo Joso, gran persona y amigo y por la hermosa pareja Nona y Nono que nos reciben como si fuésemos sus propios nietos una vez más. La idea de partir a Bucaramanga al día siguiente se aplazó, ya que el grupo iba a salir al río a pescar y a hacer un asado.
Ante una invitación como esa... no hay forma de decir no.
Los demás chicos llegaros con varios pescados (Chokas o Cuchas) cogidos con la red y en la noche, A pesar de su belleza y de lo tiernos que eran, tuvimos que freirlos y comerlos con limón. :D Yummi.
Luego siguió el Cañón del Chicamocha, Bucaramanga, Alto del Pikacho y Cúcuta; donde estuve unos maravillosos quince días y la historia será contada en la próxima publicación. :)
Ocaña, Aguachica, Santa Marta, Barranquilla con su espectacular carnaval, Santa Marta y Palomino son los lugares recorridos, que serán contados en otra ocasión.
Por ahora vamos con Emiliano DV a Palomino para recargar energías provenientes de la naturaleza con sus ríos y playas.
Alegría y buenas rutas a todos. ¡Hasta la próxima edición de Rodando y Tatuando en www.RodandoyTatuando.com,























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